La anécdota que sigue data del mes de Julio de 2006, y se desarrolló en el contexto del Taller de COCINA TRADICIONAL GADITANA (Cursos de Verano de la UCA), concretamente en la tarde del martes día 11. En el temario de dicho Taller, había una mesa de opinión sobre la NUEVA CULINARIA DEL PESCADO con una demostración práctica, que destacaba entre dos pequeñas charlas, una sobre el “Pescaíto frito gaditano” y otra con el título “Desespinar y servir el pescado”. Para la ponencia de la mesa práctica se invitó al conocido “chef del mar”, Angel León, que aceptó amablemente y nos deleitó con su erudición y maestría culinaria.
Yo no tenía el gusto de conocer personalmente al amigo Angel, por lo que fue una gran sorpresa recibir una llamada telefónica suya a casa, sobre las 21 horas de dicho martes de Julio. Tras los saludos de rigor, me comentó el motivo del contacto, con una pregunta que me dejó patidifuso (por lo menos) y que aclaraba previamente: -Mira Pepe, te va a extrañar un poco la cuestión, pero “...tenemos alguna posibilidad de disponer de ojos de pescado crudos... si, si, crudos para la práctica de mañana en el Taller culinario...”. -¿Cómo...?, ¿ojos de pescado crudos...?. Además... ¿sabes la hora que es’ -Bueno si se puede intentar, bien y en caso negativo...nos apañaremos. |
Reaccioné con premura y, a pesar de la hora próxima a las 10 de la noche llamé a mi amigo Francisco de la Rosa, gran pescadero gaditano conocido como “Paquito el niño de las huevas”. Este cuando lo convencí que no era broma, poco más o menos me mandó al mismísimo c...” Ojos crudos de pescado... vamos ustedes estáis como una cabra....”.
No obstante, a las 7.30 horas del día siguiente, el amigo Faly Paúl y el que suscribe, estábamos en la plaza (Mercado de Abastos en Cádiz) y tras una vuelta con Paquito por los puestos del pescado, conseguimos (vamos, nos regalaron) unos 20 ojos crudos de pescado fresco, fundamentalmente Pámpanos y algún pez reloj. La faceta buena de esta anécdota es el papelón de “churros de la plaza” que nos hincamos, como merecido premio por la exitosa gestión.
Angel, nos felicitó por el “costo” de ojos crudos que conseguimos. Los utilizó, extrayéndoles el humor acuoso, líquido que empleó en la posterior docta clase práctica, que nos maravilló a todos y que argumenta su denominación como chef del mar. Fue distinguido con nuestro premio anual de Gastronomía Gaditana, coincidiendo con nuestro XXV aniversario, y en la actualidad posee dos estrellas Michelin.
¡ Buen Provecho ¡
José M. Pérez Moreno
GGG-Anecdotario (1986-2016)